Año de edición: 2014
Sinopsis:
Tras una larga convalecencia por las heridas sufridas en un duro cuerpo a cuerpo, la comisaria Ruiz ha vuelto. Lo hace el mismo día en que un hombre es hallado muerto entre los setos del Retiro. Es otoño en un Madrid enrarecido en el que las protestas de los indignados se mezclan con noticias de suicidios en una multinacional. El cadáver encontrado en el parque parece cuadrar en este grave asunto laboral y, sin embargo, algo no encaja. La joven comisaria se verá arrastrada más pronto de lo que debería a un combate entre lo que le dicta su instinto y su salud. Ella y el veterano periodista Luna quedarán atrapados en una batalla propia de una era de codicia y desigualdad.
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Segunda novela de Berna González Harbour, protagonizada también por la comisaria Ruiz, a la que ya conocimos en "Verano en rojo". El libro sigue la línea del anterior y yo diría que incluso lo supera porque si a "Verano en rojo" le puse algunas pegas a algunos aspectos del desarrollo de la trama, a este no le pongo ninguna: la trama es entretenida y la tensión se mantiene, sin incongruencias ni cabos sueltos.
La autora nos narra la historia desde tres perspectivas diferentes, las investigaciones de la comisaria, del periodista Luna y del policía Tomás, las tres aparentemente sin relación, aunque poco a poco descubriremos que van confluyendo y nos conducen hasta un emocionante final. Por otra parte, la estructura del libro, el modo en que Berna González Harbour nos cuenta lo que ocurre, cómo dispone los tiempos y dosifica la información, es fundamental para conseguir el efecto de suspense y mantener al lector enganchado.
En cuanto a los personajes, María Ruiz me ha resultado más convincente en esta entrega de la serie, quizás porque es más vulnerable y parece más "humana", más cercana. En cuanto a los demás, co-protagonistas y secundarios, resultan tan buenos como los recordaba.
Muy recomendable.
La autora nos narra la historia desde tres perspectivas diferentes, las investigaciones de la comisaria, del periodista Luna y del policía Tomás, las tres aparentemente sin relación, aunque poco a poco descubriremos que van confluyendo y nos conducen hasta un emocionante final. Por otra parte, la estructura del libro, el modo en que Berna González Harbour nos cuenta lo que ocurre, cómo dispone los tiempos y dosifica la información, es fundamental para conseguir el efecto de suspense y mantener al lector enganchado.
En cuanto a los personajes, María Ruiz me ha resultado más convincente en esta entrega de la serie, quizás porque es más vulnerable y parece más "humana", más cercana. En cuanto a los demás, co-protagonistas y secundarios, resultan tan buenos como los recordaba.
Muy recomendable.
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