Año de edición: 2012
Título original: The boy in the snow
Traductor: Santiago Del Rey Farrés
Edición original: 2012
Sinopsis:
Cuando Edie Kiglatuk, guía de caza en el Ártico, tropieza con el cadáver congelado de un niño en un bosque de Alaska, poco puede imaginar adónde la conducirá su descubrimiento.
La policía local tiene la convicción de que esa muerte está relacionada con los Oscuros Creyentes, una siniestra secta rusa, y los amigos de Edie le recomiendan que deje la investigación en manos de las autoridades competentes. Pero durante su estancia en Alaska como integrante del equipo de su ex marido Sammy, que está disputando la famosa carrera de trineos Iditarod, Edie no consigue quitarse de la cabeza la imagen del niño congelado.
Mientras Sammy recorre algunas de las regiones más difíciles y peligrosas del planeta, Edie emprende una investigación que la llevará al turbio mundo de la política, la corrupción y la codicia, y que hará emerger también un doloroso secreto de su propio pasado...
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El segundo libro protagonizado por Edie Kiglatuk me ha gustado tanto como el primero. En este caso no se habla tanto de la cultura inuit como en el anterior, pues Edie está fuera de su casa, visitando Alaska como parte de un equipo participante en una famosa carrera de trineos; no obstante, el tema de las diferencias culturales, de la integración de unas culturas en otras y sobre todo de la aceptación de las diferencias, también es importante en esta historia en la que parte de los implicados en los crímenes que investiga la siempre curiosa Edie son miembros de una rama religiosa, o secta -no sé cuál sería el término más correcto- de los ortodoxos rusos que huyeron de su país siglos atrás y decidieron vivir en Alaska, aunque preservando su cultura y más bien aislados de los demás habitantes del estado, lo que les supone ser vistos con recelo e incluso odio por mucha gente.
La trama de la investigación se va complicando poco a poco y M.J. McGrath la desarrolla con habilidad: la descripción de personajes y paisajes se va combinando con los avances de Edie y Derek, que van averiguando poco a poco una trama de crímenes y corrupción que incluye, al mismo tiempo, una sorpresa final sobre uno de los asesinatos. La tensión se mantiene además porque sabemos desde el principio que Sammy, el ex-marido de Edie va a tener en algún momento un accidente, que se nos ha adelantado en las primeras páginas, y porque intuimos que un político importante que va apareciendo a lo largo de la historia tiene mucho que ocultar, sin que sepamos desde el principio de qué se trata. La autora dosifica bien la información que nos va proporcionando e incluso se reserva alguna para el momento en que creíamos que ya lo sabíamos todo. Incluye, además, escenas de acción y riesgo que nos hacen temer por la vida de los protagonistas y que nos dan muuuucho frío ;)
Si os gusta esta serie y os animáis a leer en inglés, Amazon ofrece gratuitamente "Edie Kiglatuk's Christmas: A Short Arctic Mystery". En cuanto a la serie en sí, la autora ha publicado ya "The bone seeker", su tercer libro, que espero traduzcan pronto al español.
El segundo libro protagonizado por Edie Kiglatuk me ha gustado tanto como el primero. En este caso no se habla tanto de la cultura inuit como en el anterior, pues Edie está fuera de su casa, visitando Alaska como parte de un equipo participante en una famosa carrera de trineos; no obstante, el tema de las diferencias culturales, de la integración de unas culturas en otras y sobre todo de la aceptación de las diferencias, también es importante en esta historia en la que parte de los implicados en los crímenes que investiga la siempre curiosa Edie son miembros de una rama religiosa, o secta -no sé cuál sería el término más correcto- de los ortodoxos rusos que huyeron de su país siglos atrás y decidieron vivir en Alaska, aunque preservando su cultura y más bien aislados de los demás habitantes del estado, lo que les supone ser vistos con recelo e incluso odio por mucha gente.
La trama de la investigación se va complicando poco a poco y M.J. McGrath la desarrolla con habilidad: la descripción de personajes y paisajes se va combinando con los avances de Edie y Derek, que van averiguando poco a poco una trama de crímenes y corrupción que incluye, al mismo tiempo, una sorpresa final sobre uno de los asesinatos. La tensión se mantiene además porque sabemos desde el principio que Sammy, el ex-marido de Edie va a tener en algún momento un accidente, que se nos ha adelantado en las primeras páginas, y porque intuimos que un político importante que va apareciendo a lo largo de la historia tiene mucho que ocultar, sin que sepamos desde el principio de qué se trata. La autora dosifica bien la información que nos va proporcionando e incluso se reserva alguna para el momento en que creíamos que ya lo sabíamos todo. Incluye, además, escenas de acción y riesgo que nos hacen temer por la vida de los protagonistas y que nos dan muuuucho frío ;)
Si os gusta esta serie y os animáis a leer en inglés, Amazon ofrece gratuitamente "Edie Kiglatuk's Christmas: A Short Arctic Mystery". En cuanto a la serie en sí, la autora ha publicado ya "The bone seeker", su tercer libro, que espero traduzcan pronto al español.
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