Editorial Debolsillo
Año de edición: 2011
Título original: "Last night scandal"
Edición original: 2010
Traductora: María del Mar Rodríguez Barrena, Ana Isabel Domínguez Palomo
Sinopsis:
Peregrine Dalmay, conde de Lisle, es un apasionado de la arqueología, pero cuando su familia le exija hacerse cargo de un importante asunto familiar a cambio de financiar sus expediciones, nole quedará más remedio que abandonar Egipto y regresar a Londres para cumplir con su deber.Para Olivia Wingate-Carsington, una dulce y adinerada pelirroja, miembro de una célebre y aristocrática familia de estafadores, el «asunto familiar» del conde podría significar su última gran aventura antes de enfrentarse a un respetable -y probablemente aburrido- futuro, aunque sea al lado del único hombre al que nunca ha sido capaz de manejar. Por ello no duda en acompañar a Peregrine a un tenebroso y lúgubre castillo escocés que oculta un escandaloso secreto. Pero, tal vez, el mayor peligro de todos sea la llama que arde en sus tercos corazones.
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Como después de leer la historia de Benedict Carsington y Betsabé Wingate me quedé con las ganas de conocer la historia de los otros protagonistas de la novela, Peregrine y Olivia, los niños cuya huida desencadena la trama principal, me hice con “La reina del escándalo” dispuesta a saber qué había sido de la vida de esos chavales, que ahora son el conde de Lisle y una joven dama que ha heredado una fortuna de su abuelo. Desgraciadamente, su historia no me gustó tanto como la anterior.
Aquí los personajes también emprenden un viaje y también a lo largo de él descubrirán que son el uno para el otro algo más que amigos, pero la autora no consiguió que yo viera entre ellos la misma química que entre Benedict y Betsabé. Se supone que existe entre los dos una tensión sexual latente desde que se vuelven a ver después de varios años, pero yo no la percibí a través de los detalles, los diálogos y lo que se sugiere.
Existen, sí, escenas sexuales explícitas hacia el final de la historia que no están mal, pero que me resultaron un tanto forzadas e incluso me aburrieron en algunos momentos.
En cuanto a la “aventura”, la excusa de que la trama se desarrolle, tampoco me acabó de convencer: los padres de Lisle y su pretensión de que viaje a Escocia a restaurar un castillo familiar resultan un tanto absurdos; por otra parte, el viaje pretende incluir alguna anécdota graciosa que incide en el carácter fuerte y decidido de Olivia, pero resulta más bien soso, y la búsqueda del tesoro es poco más que una excusa para que los protagonistas vuelvan a estar juntos con los mismos fines que en su aventura anterior, pero no es precisamente emocionante.
Por último, el final está traído por los pelos; es evidente que la autora pretende, antes de mandar de nuevo a nuestros protagonistas a Egipto, dejarlo todo arreglado y bien atado, pero lo hace de forma muy poco convincente.
La verdad es que lo único que me hizo gracia de verdad fueron los comentarios de las carabinas que Olivia lleva en su viaje, dos amigas de la abuela que no tienen pelos en la lengua. No sé si alguna señora de aquella época sería verdaderamente capaz de decir en público lo que ese par dice sobre sus aventuras sexuales de juventud, pero ciertamente son la monda. Por lo demás, el libro es el que menos me ha gustado de los que he leído de Loretta Chase hasta la fecha.
Mi experiencia personal fue distinta, quizá porque siento debilidad por Loretta Chase, o porque las historias de amigos que se convierten en amantes siempre me han gustado especialmente.
ResponderEliminarCreo que tienes razón en todos los puntos que señalas, en los fallos y debilidades del libro pero... yo entré por el aro del planteamiento y la disfruté mucho. Leí esta novela en febrero, escribí la crítica (tengo puesto 4/5) pero todavía no la he publicado en mi blog.
Creo que me gustan más las historias de parejas que se detestan (o piensan que se detestan) a primera vista... También creo que influye mucho el estado de ánimo personal cuando te metes en una historia y yo en esta entré un poco "cruzada".
EliminarLeeré encantada tu crítica, seguro que me abre perspectivas nuevas sobre el texto.
¡Ah esas "de enemigos a amantes" también son muy buenas! Es el tópico que Sarah Wendell, de Smart Bitches Trashy Books, llama "te odio pero no puedo dejar de pensar en tí, maldita sea!".
EliminarUna pena, a ver si lo próximo que leas de ella te vuelve a convencer. En mi caso es una autora que tengo muy abandonada, he leído algo pero no recuerdo exactamente el qué, y sé que tengo alguno de sus títulos por las estanterías. Éste, obviamente, voy a descartarlo por lo menos de momento...
ResponderEliminarUn abrazo ;)